Saludos muy cordiales mis queridos tertulianos de este apartado mundo que es la campiña del saber. Permitid que me presente, yo soy Edipo, vuestro nuevo compañero y aventurero del magnífico lance del pensamiento único, el cual nos lleva hasta límites insospechados buscando la verdad absoluta.
Me gustaría mencionar un tema que no ha sido aún mancillado con nuestras mentes, puesto que eso es lo único que es capaz de hacer el ser humano cada vez que intenta resolver uno de los misterios de la vida.
Voy a comentar algo sobre la verdad. Es considerada la verdad como la certeza absoluta de una proposición x, sin embargo, dicha proposición es, a menudo, ignorada por nuestro ser, tanto como si podemos verla, como si podemos meditarla, sentirla, degustarla, etc.,y no nos percatamos de su presencia. Sabemos que existe porque hemos oído hablar de ella, pero en ese caso, no deberíamos decir que sabemos que existe, sino que creemos que existe, del mismo modo que pensamos que dios puede existir, al haberlo oído mencionar desde el principio de nuestro nacimiento mismamente. Como dijo un filósofo en una ocasión: "No hay verdades absolutas, esto es absolutamente cierto"; hay mucho que reflexionar sobre esta frase. Comencemos por la primera de las dos frases. Al decir que no hay verdades absolutas, el autor ha hecho una afirmación en negativa como si supiese lo que está diciendo, pero nadie es digno de una frase tan profunda. Puede que tenga una verdad absoluta delante de sus ojos, pero, ¿cómo la ha reconocido? ¿cómo puede saber que no existen si no podemos verlas? Quizá él haya podido ver alguna. Se trata de un estado de convicción que hace que crea en eso, pero no hay que olvidar que siempre hablamos de creencias, nunca lo sabremos del todo.
Por otro lado, la siguiente frase, a modo de paradoja, contradice totalmente a la primera, pero al mismo tiempo, la primera anula a la segunda, por lo tanto no nos lleva a ninguna parte. Nos lleva a la nadería y a la estulticia, un callejón sin salida. También está afirmando que conoce una verdad absoluta, pero tampoco podría afirmarse que lo es, ya que se plantean las dudas de si lo que dijo al comienzo era cierto. De no ser así y saber que es cierto en su totalidad, la segunda frase no tendría sentido, ya que sería afirmar lo afirmado. Tras pensar en todo esto, también habría que pensar, en el debido caso de conocer nosotros una verdad absoluta, si será siempre verdad aquello que sabemos que lo es, si nunca cambiará o se convertirá incluso en otra verdad aún más profunda. Sinceramente, creo, y digo creo porque nadie en la tierra sabe, que la verdad es algo que no podemos asimilar. Mientras una proposición como la mencionada tenga otra a su vez que sea perfectamente inteligible que signifique lo contrario, no puede existir la certeza. Son incompatibles.
Espero que si se encuentra una respuesta a este enigma no este yo presente.
Piensen en lo que he escrito y critiquen, solo mediante la muerte, quizás, encontremos realmente alguna respuesta sobre cualquier tema que merezca la pena ser conocida.
(De: Edipo)